2024 será su apuesta total por el Tour de Francia. Así lo ha comunicado Enric Mas que afronta su quinta temporada compitiendo dentro del equipo Movistar Team.
En realidad no es ninguna novedad porque el ciclista balear ha insistido en el mismo objetivo los cuatro últimos años. Durante ese periodo de tiempo su calendario de carreras ha sido muy similar y también su preparación. Construye y busca una buena forma física compitiendo en carreras de una semana con la finalidad de buscar los puestos más altos de la clasificación general en Tour y Vuelta.
Fue en el año 2020 cuando Enric llegó al equipo con la intención de convertirse en el líder del histórico equipo navarro. Los responsables de Movistar Team contaban con el irrepetible Alejandro Valverde para guiarlo y convertirlo en un corredor capaz de ganar una gran vuelta de tres semanas.
En estos cuatro años, Enric Mas (29 años) ha obtenido como resultados más destacados los siguientes:
AÑO 2020 | AÑO 2021 | AÑO 2022 | AÑO 2023 |
20º Critérium du Dauphiné | Una etapa Volta Comunitat Valenciana | 9º Itzulia | 6º Tirreno Adriático |
5º Tour de Francia | 11º Critérium du Dauphiné | 2º Vuelta a España | 5º Itzulia |
5º Vuelta a España | 18º Itzulia | vencedor Giro dell’ Emilia | 17º Critérium du Dauphiné |
6º Tour de Francia | 2º Giro de Lombardía | 6º Vuelta a España | |
2º Vuelta a España | 4º Giro dell’Emilia |
Estos datos reflejan que Enric Mas participa casi siempre en las mismas carreras año tras año y en raras ocasiones ha salido de esta línea trazada.
¿Es el momento de cambiar de objetivo?
CAMBIAR PARA MEJORAR
Enric está dentro de un gran equipo con profesionales de prestigio que saben potenciar sus virtudes y limar posibles defectos. En Movistar Team el ciclista dispone de todos los medios materiales y humanos para alcanzar el éxito. Él también se conoce mejor que nadie, y por eso me pregunto qué pasaría si ambas partes decidiesen cambiar de objetivos. El primer paso en 2024 podría ser apartar como objetivo principal las clasificaciones generales en Tour y Vuelta. Existe un axioma muy popular que dice que si algo no funciona lo mejor es cambiarlo y dejar de insistir en lo mismo.
Es mi opinión personal, pero creo que el ciclista balear debería probar nuevas metas que le puedan llevar a conseguir victorias. Si el Tour no funciona, por qué no afrontar el Giro. Si en las grandes vueltas, a pesar de su excelente regularidad, no puede acercarse a los primeros, por qué no intentar vencer en carreras World Tour de una semana. Al final las victorias son las que justifican el esfuerzo económico que realizan los patrocinadores. Y no olvidemos que esas victorias reforzarían la confianza en sí mismo y podrían conducirle a alcanzar metas más altas.
LA FORMA DE CORRER DE ENRIC MAS
Podríamos hablar también de la forma de correr de Enric. Provisto de unas grandes cualidades que le llevan a estar entre los mejores, sobre todo en las etapas de alta montaña, le falta el conocido “punch” final para poder optar a la victoria. En mi memoria rescato dos grandes triunfos en 2018: el sprint que le ganó a Miguel Ángel «supermán» López en la etapa del collado de la Gallina (Andorra) de la Vuelta a España y la última etapa de la Itzulia.
Ya han pasado cinco años de aquellas victorias y ahora mismo, no le veo al mismo nivel de Pogacar, Vingegaard, Roglic o Evenepoel, pero es que tampoco supera al segundo grupo de fantásticos en las generales de las grandes rondas de tres semanas como pueden ser los hermanos Yates, Carapaz, Tao Geoghegan, Jai Hindley o el veterano Thomas; y me atrevería a decir que los prometedores Carlos Rodríguez y Juan Ayuso son ciclistas con mayor empuje en esos kilómetros finales donde se decide la victoria de etapa.
En las conversaciones con los amigos me gusta poner el ejemplo de Pello Bilbao. Reconozco que es un corredor que me gusta, Y lo hago porque Pello, además de crecer año tras año (33 años), es un ciclista capaz de estar entre los mejores de las generales de las grandes vueltas, pero con ese punto de luchar por las victorias de etapas sacudiéndose la presión de obtener una buena general. Esta actitud es la que le ha llevado a conseguir importantes etapas en Giro de Italia y Tour de Francia, además de colocarse muy bien en las clasificaciones generales.
Es cierto que cada ciclista posee un determinado carácter forjado a través de los años y eso marca su manera de afrontar la competición. Puede la mentalidad ser clave, pero también influyen las expectativas marcadas. El joven ciclista enrolado en las filas del Quick Step era un ciclista prometedor al que el propio Alberto Contador consideraba su sucesor. Lastre o no, Enric no ha vuelto a estar cerca de un triunfo final desde su etapa en el equipo belga.
Enric, cuando se ve entre los mejores y afronta los momentos decisivos parece pecar de conformismo. Rara vez se le ha visto atacar sin mirar atrás y en muy pocas ocasiones insiste en realizar más de un ataque. Muchas veces los espectadores tenemos la sensación de que podría intentarlo más veces, pero cuidado, podemos ser injustos porque no olvidemos que es el ciclista quien mejor sabe qué pasa por su cabeza en ese determinado instante donde las pulsaciones se disparan y las piernas arden.
SALIR DE LA ZONA DE CONFORT
Con una edad en la que la madurez y la todavía juventud es un cóctel fabuloso en ciclismo, Enric Mas puede recuperar la fortaleza deseada que sólo las victorias otorgan. Por ejemplo, en mi opinión, un triunfo final en una París-Niza, Tirreno, Itzulia o Volta a Catalunya podría significar un impulso a su carrera que le ayudaría a afrontar otras competiciones con la tranquilidad que dan los triunfos.
Es evidente que su preparación tendría que cambiar y llegar a estas competiciones de primavera al cien por cien de forma y luego ya dispondría de tiempo para valorar y analizar sus opciones en las grandes vueltas. Cambiar de objetivos puede ayudar a Enric Mas a ilusionarse con nuevas metas y a romper con la monotonía a la que el ciclista profesional tanto teme.
Enric tiene una calidad como ciclista muy grande y ha demostrado que cuando algo no marcha bien es capaz de darle la vuelta. Lo hizo con su temor ante los descensos vertiginosos de las grandes cumbres. Pidió ayuda y trabajó con ahínco para volver a sentir la seguridad necesaria trazando las curvas con los mejores. Y lo consiguió. Ahora afirma que tiene una espina clavada con la carrera francesa y lo vuelve a intentar. Esperemos que pueda cumplir su objetivo, pero un nuevo fracaso podría influir en su moral y afectarle a su rendimiento en el futuro.
Pienso que Enric Mas no sabe lidiar con la presión y no le veo como jefe de filas. Como dices, una solución podría ser cambiar de objetivos pero sobre todo pasa porque él cambie su mentalidad y no sé si va a ser capaz de hacerlo.