Son las 16 horas de una tarde entre semana. Amenaza lluvia en un pequeño pueblo al oeste de Londres. Un grupo de mujeres cercanas a los 50 años se han apuntado a una excursión en bici. Apenas van a ser 5 kilómetros. Es su primera salida en bicicleta desde que eran niñas. A su lado, otra mujer de la misma edad, con una chaqueta roja, hace de guía de grupo. Su misión: enseñarles a montar con seguridad, confianza y sobre todo, que se diviertan.
Esta misma escena se repite en muchos lugares del Reino Unido. Forma parte del programa más ambicioso diseñado nunca para que las mujeres practiquen ciclismo. Su nombre: Breeze (brisa).
El ciclismo en todo el mundo sigue siendo un deporte mayoritariamente masculino. Pero hay un país que quiere reducir la diferencia que existe a favor de los hombres ciclistas. Es el Reino Unido. Allí están convencidos que la práctica de ciclismo produce una mejora física; ayuda al bienestar interior y mejora el medio ambiente. Y por ello quieren que cada vez más mujeres se suban a una bicicleta. Se lo han tomado muy en serio.
Para que las mujeres practiquen ciclismo: el programa Breeze
Esta idea nació a raíz de unas encuestas realizadas a un gran número de mujeres para averiguar por qué no usaban la bicicleta para ir al trabajo, realizar compras o para disfrutar el fin de semana. El estudio concluyó lo siguiente:
Las mujeres no practicaban ciclismo por falta de tiempo, seguridad y confort
A partir de aquí se crea y ejecuta el programa “Breeze”en todo el país y son más de mil voluntarias, apasionadas del ciclismo, las que se encargan de que las mujeres de toda una nación tengan facilidades para subirse encima de una bicicleta.
La Federación, British Cycling en colaboración con SKY, se ponen manos a la obra. El proyecto es tan atractivo que rápidamente encuentra respuesta en un buen número de mujeres que desde que eran niñas no se habían vuelto a subir en una bicicleta.
Breeze es muy ambicioso.
Quieren conseguir que en el año 2020 un millón más de mujeres usen la bicicleta de forma habitual.
Se ofrece ayuda y consejo para comprar una bicicleta (carretera, híbrida o mountain bike) con la geometría adecuada; se enseña a pedalear con seguridad; a elegir la ropa ciclista (por supuesto femenina) ideal para cada momento; nociones básicas de mecánica; rutas para todos los niveles y propósitos; y además, consejos para embarazadas: cómo pedalear sin riesgo hasta las 35 semanas.
Desde su inicio han sido numerosas las tiendas de ciclismo que se han convertido en socios del proyecto (female friendly bike shop ) apoyando las rutas de Breeze y ofreciendo una bienvenida especial a las mujeres ciclistas.
Todo este proyecto está centralizado desde una completa web de servicios donde marcando el distrito postal te informan de las salidas en bicicleta cerca de tu hogar y que más se adaptan a tu nivel. De media, hay doscientas salidas cicloturistas semanales en todo el país.
Los itinerarios suelen diseñarse por caminos rurales, carreteras seguras o parques. El ritmo es tranquilo, nadie se queda retrasado y consiguen que poco a poco muchas mujeres incrementen su nivel y encuentren en el ciclismo un ejercicio placentero donde antes había incomodidades. Todas las rutas acaban con un gratificante café acompañado de una buen conversación. Y como dicen muchas, “además perdemos peso”.
“Me detectaron un cáncer y mi pareja me abandonó. Ahora gracias al ejercicio en bicicleta vuelvo a recuperar lo mejor de mí misma”
Se han dado casos de mujeres que al cabo del tiempo y debido a su mejora, se han animado a participar en triatlones populares; también las chicas jóvenes que quieren iniciarse en la competición son asesoradas y acogidas dentro del proyecto Breeze.
A las voluntarias que se ofrecen a ayudar al resto de mujeres les llaman “champions” (la de más edad tiene 77 años) y no se limitan sólo a que las ciclistas consigan pedalear seguras y cómodas. Acuden a escuelas donde enseñan a circular en bicicleta a los más pequeños y aprovechan para inculcarles los beneficios del ciclismo.
Varias ciclistas británicas de renombre, entre ellas Lizzie Armitstead o Laura Troft apoyan sin reservas este programa y acuden a charlas y conferencias donde cuentan en primera persona su experiencia con el ciclismo.
A fecha de hoy se puede calificar la iniciativa de gran éxito.
Entre otros beneficios las mujeres destacan la pérdida de peso producida realizando un ejercicio divertido.
Para que las mujeres practiquen ciclismo: la web Total Women’s Cycling
Aunque afortunadamente los fabricantes ya incluyen en sus catálogos productos específicos para mujeres, a una mujer ciclista le sigue siendo muy difícil acceder a informaciones o publicaciones exclusivamente dedicadas a ellas. Las inquietudes de una mujer ciclista, en muchas ocasiones, no tienen nada que ver con las del hombre. Y quieren compartir con otras mujeres sus experiencias encima de la bicicleta.
“Para mujeres que aman montar en bicicleta”
Este es el eslogan de una web británica especializada en ciclismo femenino. Se ha convertido en toda una referencia para las mujeres ciclistas: total women’s cycling.
Quizás sea la publicación digital más completa que puede encontrar una mujer ciclista en el mundo. No cabe la menor duda que el ciclismo femenino está creciendo a buen ritmo.
Una de las grandes tiendas de ciclismo por Internet, Wiggle, publicó que durante el año 2013 habían triplicado las ventas de productos específicos para mujer.
Un gigante como Giant ofrece una nueva marca con el nombre de Liv, dirigida para mujeres que practican ciclismo o triatlón.
Fabricantes de ropa ya producen muchas más prendas para mujeres que lo que fabricaban hace sólo unos años.
Y todo esto ha llegado 76 años después de una loca aventura reivindicativa.
En 1938 una mujer, Billie Fleming, rodó 47.643 kilómetros por todo el Reino Unido para promover los beneficios que el ciclismo aporta a la salud
Billie murió el pasado mayo con ¡100! años y su hazaña juvenil ha servido para demostrar que estaba en lo cierto. Todo su esfuerzo, incomprendido en su época ha servido de alguna manera para que las mujeres practiquen ciclismo.
Sin lugar a dudas, ciclismo y mujeres, son un binomio imparable.