Aferradas a la parte baja del manillar, dos chicas ciclistas luchan por avanzar ante un inmisericorde viento que azota en una maldita y larga recta. Cabizbajas ruedan las últimas de una carrera ciclista de la categoría cadete. Tres kilómetros más adelante se encuentra la cabeza de carrera. Sorpresa. Una cabeza de carrera exclusivamente formada por chicos. La diferencia es insalvable y la condena llega en forma de injusta elección: abandonar o continuar solas, sin apoyo, sin estar en carrera, sin ni siquiera existir. La soledad del ciclista más absoluta.
La escena, vivida hace unos años en la Ribera de Navarra, retrata con crudeza la situación del ciclismo femenino.
Ciclismo femenino en España: «reivindicamos igualdad»
Afortunadamente el ciclismo femenino va logrando, a un ritmo suave pero constante, mejoras en todos los niveles.
«Mismo trato, mismos derechos, igualdad» es el lema principal de la campaña que ha emprendido el colectivo ciclista femenino de todas las especialidades del ciclismo. La recogida de firmas en las competiciones de la Copa de España de ciclocross y a través de la plataforma change.org, está resultando un éxito y prueba de ello es que los organizadores ya están poniendo manos a la obra para reducir la diferencia, por ejemplo, que hay entre los premios recibidos por los hombres y los que se llevan las mujeres.
«Que las corredoras aspiren a una vida deportiva digna y paralela a la de sus compañeros»
En una carta abierta, el colectivo de ciclistas pide igualdad en el trato, en la relevancia de las pruebas de categoría femenina, igualdad económica y ética, y parrillas de salida dignas, «no podemos ser el grupo que siempre sobra»
Ser ciclista y mujer es complicado también en los países desarrollados. Y si hablamos de competición, los problemas que se presentan no son fáciles de resolver.
En el caso de España basta con consultar los perfiles de twitter de nuestras corredoras para ver que tienen que compaginar su dedicación profesional con la deportiva:
«Ciclista y estudiante de derecho», «estudiante de fisioterapia», «estudiante de ingeniería de diseño industrial», «educación infantil y psicología»,»profesora de ciencias naturales bilingüe», «violonchelista y futura médico» etc…
El problema es más complejo de lo que parece, y en ocasiones se asemeja a un puzle con varias piezas sin encajar. Hasta hace bien poco, las competiciones y equipos femeninos escaseaban. Las carreras se circunscribían a Euskadi, por lo que para muchas chicas los desplazamientos eran costosos y difíciles. Los equipos que existían, realizaban ímprobos y altruistas esfuerzos para continuar adelante. Muy pocas chicas podían competir en el extranjero y progresar como ciclistas. Consecuencia: parrillas de salida escasas y repercusiones negativas en todo lo demás.
La situación ha comenzado a mejorar. La Federación Española de Ciclismo y Cristina San Emeterio, presidenta de la comisión de ciclismo femenino, han impulsado varias acciones para recuperar carreras y animar a los organizadores a contar con las categorías femeninas. Sin embargo, los resultados no son todavía los esperados.
«Creo que podemos cerrar la temporada contentos, pero sobre todo con ilusión y experiencia para intentar seguir mejorando» (Cristina San Emeterio)
El calendario tardó en confeccionarse pero al final consiguieron sacar adelante varias pruebas gracias al esfuerzo conjunto de organizadores y federación. Enormemente agradecida se muestra Cristina con la Diputación de Burgos porque » han dirigido sus esfuerzos a conseguir la retransmisión en televisión de dos de las pruebas de la Copa de España Femenina»
La entrada de un patrocinador muy importante que lleva años asociando su marca al ciclismo fue fundamental.» Hay que agradecer, lógicamente, la apuesta de Cofidis no sólo por el ciclismo en general, sino por el ciclismo femenino en particular, en esta Copa de España, lo cual también ha revertido en los propios organizadores»
Uno de los puntos negativos por su baja participación sucedió con la celebración de la prueba de Xátiva (Valencia)
«La única de las pruebas en la que no hemos podido evitar estas coincidencias ha sido en la que cerraba esta competición, la de Xátiva, que se ha visto afectada por la coincidencia con los Campeonatos de España de Pista y tenemos que recordar que las categorías femeninas tienen un número muy alto de ciclistas que compiten en ambas modalidades. Este hecho ha provocado una participación muy baja en una prueba que merecía, al igual que el resto de la Copa de España, una alta participación por los esfuerzos para buscar los recursos materiales, humanos y económicos»
Anna Sanchis, una de nuestras ciclistas más destacadas, y que sabe lo duro que es abrirse camino como mujer en el ciclismo, alertó de esta última situación a través de una carta titulada «sobre el ciclismo femenino».
«En la Comunidad Valenciana se consiguió organizar una challenge femenina de carreras cortas gracias al presidente de la federación valenciana, Amadeo Olmos»
Según Anna, «a esta iniciativa le ha faltado la buena respuesta de las propias ciclistas. He escuchado muchas veces que ese tipo de carreras no interesan, no gusta correrlas, no son duras….para qué seguir. ¿Acaso las ciclistas no nos damos cuenta que la dureza y el espectáculo de cada carrera lo hacemos nosotras? Si queremos que organicen carreras de féminas y que se mejore nuestra situación año a año, tendremos que ir a correr y dar espectáculo, no limitarnos a ir a rueda de un pelotón y disputar los últimos 100 metros»
El esfuerzo (por parte de todos) para encontrar la mejor salida para el ciclismo femenino en España debe continuar porque el número de practicantes femeninas va en aumento al igual que las licencias federativas.
Hay cantera, chicas con un gran potencial que necesitan todo el apoyo para poder seguir mejorando. Aprovechar este impulso es clave si queremos acercarnos a los resultados que otros países están consiguiendo.
Mientras tanto, las chicas ciclistas siguen sacrificándose para entrenar, estudiar y trabajar; aprovechan el día quitándole horas al sueño; pero no se olvidan de reivindicar «un deporte más justo y sobre todo más igualitario, porque la pasión no entiende de género«.
No hay que olvidar a las mujeres cicloturistas, cada vez más, que alejadas de la competición disfrutan participando en las populares marchas cicloturistas. En una reciente encuesta al finalizar una marcha, varias mujeres participantes exponían claramente los problemas a que se enfrentan cuando participan en una marcha cicloturista: ver encuesta.
El ciclismo femenino en España está sufriendo cambios, movimientos para instalarse en un escalón superior donde se encuentran mejores condiciones para desarrollar su afición.Valga como reconocimiento de las dificultades por las que han atravesado y atraviesan las chicas ciclistas, este relato a medio camino entre la ficción y la realidad, que en algunos aspectos refleja lo que supone ser mujer ciclista en España: una chica extraordinaria.