Fijándonos en los jóvenes ciclistas, también podemos aprender de ellos foto: qué grande ser ciclista

Fijándonos en los jóvenes ciclistas, también podemos aprender de ellos
foto: qué grande ser ciclista

Regresas a casa tras dos rutinarias horas de bicicleta por el mismo recorrido de siempre. Pedaleas sin mucha ilusión, quizás un día malo, quizás piensas que no deberías haber salido, en definitiva estás apático. Por detrás oyes risas, voces un punto estridentes que se acercan y acaban sobrepasándote. Desbordan alegría.

Son tres ciclistas jóvenes, no más de 16 años, que pedalean y hablan deprisa, moviendo la bicicleta peligrosamente pero sin miedo a caerse. Si puedes, pégate a su rueda y escúchales, observa, recupera la ilusión por pedalear.

Tienen prisa por llegar a casa pero no muestran nervios, las risas siguen siendo su principal motor. Pedalean muy fuertes, a tirones, como si quisieran demostrarse uno a otro lo fuertes que están, pero no hay maldad en sus intenciones. Miran hacia atrás con naturalidad, se mueven encima de la bicicleta preparados para saltar obstáculos imprevistos. Hablan de estudios, de algún examen, los motivos de preocupación. El resto de la conversación, ya lo habéis adivinado, competición, próximas carreras, alguna chica que ilusiona, y ganas de comerse el mundo. Son jóvenes, son ciclistas.

 Jóvenes ciclistas: aprender de ellos

Juventud y aprendizaje van necesariamente de la mano y a veces los adultos olvidamos que también podemos aprender de ellos.

En ciclismo la ilusión y las ganas de pedalear puede desvanecerse con el paso de los años. Las preocupaciones del día a día frenan muchas salidas en bicicleta, a pesar de que está demostrado que practicar ciclismo nos puede ayudar a despejar dudas e incertidumbres.

Si nos fijamos en cómo actúan los jóvenes ciclistas veremos un punto de locura en sus acciones, en su manera de pedalear, de vestir y por supuesto en su forma de hablar y analizar el ciclismo. Afrontan los kilómetros sin reserva alguna, no piensan en el mañana, se agarran al momento presente y lo exprimen. Y no se olvidan de reír ¿Te acuerdas cuando tenías 15 o 16 años?

No caerán en la rutina porque buscan nuevos retos, para ellos nunca un día es igual a otro. 

Esta frescura en su pedalear y la pasión con la que actúan es algo que a nosotros como adultos se nos olvida.

Y hay ejemplos de ciclistas adultos con espíritu de niño.

La historia de Martyn Asthon, un joven de 40 años

Martyn Ashton ya no es un joven ciclista, pero su historia sirve para mostrar cómo un adulto, a pesar de los años y del revés que le ha devuelto la vida, es capaz de seguir ilusionado como el primer día ante los nuevos retos que le esperan.

Sus vídeos encima de una bicicleta de carretera han dado la vuelta al mundo.

Sin el riesgo, sus acciones, sus habilidades y destrezas no tendrían la repercusión que han provocado por todo el mundo. Martyn se ha divertido toda su vida encima de una bicicleta. Compitió en mountain bike y con los años realizó acciones impensables para un ciclista que ya no tenía 20 años.

La historia del joven Martyn no ha terminado bien. A sus 40 años y como consecuencia de una caída dos vértebras sufrieron una aplastamiento dejando a Asthon en silla de ruedas, para siempre. Pero esta historia, trágica, no lo es tanto para él. En su primer año como parapléjico, Martyn demuestra una serenidad acorde a sus 40 años pero también una ilusión por nuevos retos que le devuelvan su juventud.

«Tras la rehabilitación empecé a pensar en mis capacidades físicas y cuáles serían los deportes que podría practicar»

Martyn comenzó a investigar y finalmente redactó una lista de deportes accesibles:

Baloncesto, handbike, Tenis, tiro con arco, kayak, competición en sillas de ruedas, remo adaptado.

 

Durante un verano probó todas estas disciplinas, algunas con más suerte que otras. Incluso le llegaron a adaptar una motocicleta y recuperó una grata sensación «porque me encantan las motocicletas desde los once años». Pero nada le llena más que montar en bicicleta, una sensación que sabe que no volverá a pesar de la handbike.

«La libertad de rodar por senderos entre árboles o saltar un obstáculo, todavía me lo imagino y mi cabeza procesa cómo debería hacer para afrontar cualquier desafío»

La reflexión final de Martyn demuestra su gran amor por la bicicleta y es consciente que sin ella nada será igual.

«No necesito buscar deportes para reemplazar a la bicicleta. Necesito correr con mis compañeros, disfrutar pedaleando por todos los terrenos. No sé cómo lo haré, pero sé que debo porque soy como soy, es lo que yo hago. Monto en bicicleta.

Ashton tiene muchísimos seguidores en redes sociales y su estilo de vida sigue siendo imitado. Sus reflexiones tras su primer año como parapléjico son una auténtica lección sobre la vida.

Jóvenes ciclistas vs ciclistas veteranos: la perfección existe

 

Es admirable ver competir a los máster 60  foto: qué grande ser ciclista

Es admirable ver competir a los máster 60
foto: qué grande ser ciclista

El éxito de la longevidad en los ciclistas profesionales tiene mucho que ver con su carácter, con su genética y salud pero sobre todo también con su ilusión. Si no disfrutan pedaleando abandonarán antes la competición, cuya dureza en el caso del ciclismo es extrema.

Uno de los mejores ejemplos, por reciente y conocido, es el de Jens Voigt. El ciclista alemán se retiró con 43 años y lo hizo afrontando el récord de la hora que batió de forma sensacional. Si Voigt no hubiera hecho de su profesión algo especial, un gregario como él no hubiera alargado tanto su carrera deportiva. Por sus acciones dentro y fuera de la competición le llaman el caballero de las carreteras.

Por encima de todo disfrutó enormemente de su «trabajo» poniendo su joven espíritu al servicio del espectáculo en carrera. Pienso que el ciclista perfecto puede existir. Sería una combinación y equilibrio entre las enormes ganas de un joven y la experiencia de un adulto.

¿Piensas que los jóvenes ciclistas nos pueden ayudar a los adultos? ¿Deberíamos copiar algunas cosas de ellos?