¿Cámara o tubeless en carretera? Antes de contarte el porqué de mi decisión avanzo que, en mi opinión, ninguna de las dos opciones son perfectas ante los inevitables pinchazos. Saber las ventajas e inconvenientes de ambos sistemas y conocerme como cicloturista son las claves que me han servido para optar por una de las dos soluciones.
Mis antecedentes

Siempre había rodado con cubierta y cámara hasta que un cambio de ruedas (Shimano Ultegra C 36) me llevó a probar la opción sin cámara. He rodado con cubiertas tubeless durante un año y creo que es un tiempo suficiente para analizar lo que considero son sus ventajas e inconvenientes.
Mis cubiertas elegidas fueron las Continental GP 5000 STR de 28 mm, un modelo de alta gama avalado por excelentes opiniones y utilizadas por los equipos profesionales. Todo esto montado en una Bianchi Infinito XE ultegra de gran fondo, un bicicleta muy cómoda.
Los primeros días de uso fueron de mi agrado. Puedes poner menos presión de inflado, más adelante contaré la importancia de las presiones, lo que se traduce en una mejor absorción de las irregularidades del terreno y por consiguiente una mayor confortabilidad. Su rodar es suave y en las aceleraciones el tubeless tracciona con rapidez y ligereza. Bajando puertos de montaña las cubiertas me transmitieron confianza y seguridad en la trazada. Todo estaba siendo positivo. En mi bolsita del sillín trasero guardaba unas mechas, un obús de repuesto y dos cámaras. En un principio desconocía cómo actuar en caso de pinchazo con el tubeless y de ahí que fuera provisto de esa manera.
El primer pinchazo
No supe que había pinchado hasta que llegué a casa. Al observar la rueda trasera vi una mancha mojada que contrastaba con el resto de la cubierta. El líquido había hecho su trabajo sellando perfectamente la fuga de aire. Ni me había enterado. Era una buena señal para convencerme de la decisión que había tomado con la elección del tubeless.
El segundo pinchazo tardó más en sellar. El aviso de mi compañero de ruta Alfredo que iba a rueda me alertó. El líquido salió con fuerza y a los pocos segundos cesó. En este caso también selló, pero había perdido más líquido que en la primera ocasión. Con la mano di varias vueltas a la rueda para asegurarme de su sellado. Al haber perdido presión tuve que inflar la rueda para seguir rodando en condiciones. En este punto tengo que decir que observé el primer inconveniente: inflar el tubeless con una mini-bomba es muy costoso y difícil de llegar a las presiones adecuadas. Llevo un adaptador para poder inflarlas en gasolinera y pude reemprender la marcha. Pedaleando me entró la duda de si esa pérdida de líquido me obligaría a reponerlo.
Al final opté por rodar más días sin sustituir el líquido y no tuve problemas. Pero llegó el día en que comenzó a tambalearse mi convicción en el tubeless. Faltaban menos de 8 kilómetros para finalizar mi salida y noté que la rueda trasera, siempre la trasera, había perdido presión. Paré, comprobé que había sellado y con la poca presión que quedaba consideré que podía llegar a casa sin dañar la llanta. Lo que en un principio podría parecer una ventaja, no quedarse tirado y conseguir finalizar la ruta, se transformó en preocupación: ¿Cómo me iba a enfrentar al momento en que sufriera un pinchazo que no me permitiera continuar?. Siempre podría poner una cámara, pero intuía que el líquido alojado en su interior sería un engorro.
Cámara o tubeless: el día en que todo cambió
Aunque mis dudas permanecían, seguí rodando con el tubeless. Es cierto que no volví a sufrir pinchazos, pero surgieron otros inconvenientes. Tras una renovación del líquido (aconsejan el cambio cada cuatro meses) los dos obuses se quedaron obstruidos por el líquido. Inflar la rueda fue casi imposible hasta que me di cuenta del problema. Cambié los obuses, no sin antes tener mucho cuidado con el líquido porque al perder presión tiende a salirse con facilidad. Lo peor fue que la boquilla del inflador que también se obstruyó por culpa del líquido.
Un inciso. Con el tubeless debes inflar tus ruedas antes de cada salida. Calcula entre 1 y 2 bares de presión lo que pierde en un día e inflarlas requiere aplicar más fuerza con la bomba de hinchar que si tuvieras cámara.
Seguí rodando con ellas sin contratiempo alguno hasta que un día al llegar a casa observé que en un lateral de la cubierta trasera asomaba un hilo de color rojo, el color del líquido. Inmediatamente comenzó a perder aire porque al estar ubicado el pinchazo en el lateral de la cubierta el líquido no pudo hacer su trabajo. En ese momento me agobié porque al perder presión el líquido comenzó a salir y ensuciar todo. Estaba en la calle e intenté limpiar lo que pude antes de entrar en casa,
Para mí, cualquier cambio de líquido ya me suponía una molestia porque no dispongo de un espacio en mi casa para poder efectuar arreglos en buenas condiciones. La molestia que provoca cada cierto tiempo reponer el líquido me ha llevado siempre a optar por ir al taller. Si dispones de un espacio adecuado y te gusta realizar tú mismo el mantenimiento no tendrás problema.
Decisión tomada: cámara o tubeless en carretera
Ese día conforme buscaba un hueco entre semana para llevarla al taller, lo tuve claro: «vuelvo a la cámara que me permite arreglar por mí mismo cualquier pinchazo de manera sencilla como he hecho tantas veces».
Hablando con mi mecánico Jorge entendí que optar por una u otra alternativa depende en gran parte de nosotros mismos. Por ejemplo, él rueda con cámara mientras varios de sus compañeros de grupetta utilizan tubeless. «Para mí no sería problema, si fuera con tubeless, arreglar un pinchazo de los graves poniendo la cámara», me comentó, «pero no creo que haya tanta diferencia entre los dos sistemas como para cambiarme al tubeless, de momento».
¿Y el tema de las presiones, qué piensas? » Puedes rodar con bajas presiones utilizando tubeless y seguro que vas más cómodo, pero pienso que tienes más riesgo de pinchazo en presiones de 4 bar que con 6,5 bar y si observas a ciclistas profesionales en sus entrenamientos la mayoría van con cámara porque la facilidad de solucionar un pinchazo con cámara supone una mayor ventaja para ellos. Otra cosa diferente es su uso en competición cuando tienen asistencia directa en caso de pinchazo»
Con las presiones he aprendido que son más importantes de lo que pensaba. Debes hacer caso a las indicaciones de presiones recomendadas tanto por el fabricante de ruedas como por el de las cubiertas y tener en cuenta tu peso. Con esos datos buscas el equilibrio y en mi caso con 66 kg de peso rodaba con 5 bar delante y 5,5 bar detrás. Nunca me atreví a poner menos de esos valores, pero conozco cicloturistas de mis características que ruedan con 4 o 4, 5 bar y dicen estar encantados.
Es cierto que a mayor anchura de cubierta puedes poner menos presión y ya son varios los fabricantes que en tubeless de carretera ofrecen cubiertas de 30 mm o 32 mm. Incluso en equipos profesionales se ven cubiertas de 29 mm lo que indica la apuesta de las fábricas por seguir innovando alrededor del tubeless.
Opta por el tubeless si …:
- tienes habilidades mecánicas, te gusta realizar el mantenimiento de tu bicicleta y dispones de un espacio adecuado para realizar estas tareas.
- valoras la confortabilidad de la marcha que te otorga el tubeless.
- no tienes inconveniente en poner una cámara (a pesar del líquido alojado en su interior) si a mitad de tu ruta sufres un pinchazo severo que el líquido no ha taponado.
- estás convencido de que, al igual que ha pasado en MTB, es un avance que se impondrá en el futuro y cuanto antes lo incorpores mejor.
Opta por la cámara si …:
- te agobia tener que cambiar el líquido cada cierto tiempo.
- eres de los que quieres que el mantenimiento de la bicicleta sea lo más sencillo y lo menos costoso posible.
- te sientes inseguro de poder solucionar un pinchazo cuando el líquido no haya podido sellar.
- no te quieres gastar tanto dinero en unas cubiertas tubeless.